
Ya desde su debut de 2006 titulado "Passover" nunca han bajado el listón. Ya se esbozaba su gran amor por los sonidos psicodélicos de The Doors, especialmente los teclados de Ray Manzarek. Y tras dos LPs más sorprendentes y frescos ("Phosphene Dream" y "Directions to See a Ghost") su furia sigue inalterable y así, este cuarto trabajo, "Indigo Meadow" (Blue Horizon / Everlasting Records) suena como si fuera el trabajo que encumbre esta banda definitivamente. La psicodelia oscura arranca desde el tema inicial que titula el disco "Indigo Meadow". En “Evil Things” tenemos ya un potente rock de punzantes guitarras con pedales fuzz a tope sobre un ácido y sesentero órgano. En “Holland” se nos muestran algo más melódicos pero el órgano sigue resultando totalmente atractivo. En “Love Me Forever” se vuelven contagiosos e hipnóticos, como unos The Doors acelerados. “Broken Soldier” es contundente y poderosa psicodélia rockera. “I Hear Colors (Chromaesthesia)” ya deja claro su gusto alucinógeno desde el título y es un genial tema lento con luminosos y explosivos destellos creativos. Cierran con un buen y extenso tema, “Black isn’t Black”, de nuevo actualizando y readaptando el extenso legado de los de Jim Morrison.
En definitiva "Indigo Meadow" es una claro paso adelante en la extensa carrera de esta gran banda psicodélica americana y sin duda será con el tiempo su obra maestra, completa, contundente y emocionante a la vez que llena de influencias y detalles llenos de pasión rockera de antaño. _Publicado por Sergio.