
Inmediatas como puños, las canciones de este grupo de Brooklyn te trasladan hacia un primitivismo musical directo y contundente que bien define cortes como “Rubber Gloves”, “Oh Yeah” o “Cut the chord” y que el grafismo de su atractiva portada bien acompaña. En apenas veinte minutos, la distorsión concentrada contrasta con el silencio que sigue tras finalizar el último corte del álbum. Ruido con el matizan también la clásica referencia rythm and blues de Sam Cook en la versión que de “Bring it (on home to me)” contempla su debut.
Con una producción escasa con la que hacer contrastar la crudeza de su sonido, The Psyched nos ubican con facilidad en una pequeña sala de conciertos en la que vibran los amplificadores, las baquetas se rompen, las guitarras arden y Macbain hace sufrir su garganta para disfrute del personal. Let’s rock!_Publicado por Alfonso.