
El disco arranca con pesados remolinos de guitarras que envuelven al oyente en medio de una lenta combustión en el sugerente titulo "Rip". Cinemáticas líneas de bajo se hacen eco en la atmósfera, y las voces distantes se amplifican tanto en "Bright Star" como en "Slack", desembocando en letras directas de amor y lamentaciones bañadas por las guitarras con reverb y la tensa percusión del batería Dustin Gaudet. Es obvio señalar las similitudes entre Ringo Deathstarr y los crescendos de ruido en cadena de Jesús & Mary Chain o el lirismo seductor de Slowdive. En particular, "Burn" se adentra en ese áspero ruido, encendido por la mezcla de voces a dúo entre Alex Gehring y Elliot Frazier, emulando sospechosamente a Bilinda Butcher y Kevin Shields de My Bloody Valentine. Asimismo pasa con "Waste". Quizás este sea un fallo en "Mauve" -sin embargo, también es uno de sus puntos fuertes- el intento de volver a crear esa tensión en la atmósfera que tanto cultivaron anteriormente todas esas bandas fundamentales del Reino Unido. "Mauve" a menudo se acerca demasiado a replicar directamente a esa gloriosa época.
Es 2012, y la extensión enorme de color de malva que propaga Ringo Deathstarr todavía tiene la capacidad de difundirse más lentamente y por completo, como un velo de ruido que dibuja un retrato visceral y nebuloso como el propio color de ensueño, el Malva._Publicado por Sergio.