Tim Presley se nos perfila como un alma inquieta, sin duda. Por un lado, satisface sus inquietudes psicodélicas como Darker My Love, por otro colabora como guitarrista con the Strange Boys y finalmente edita en Woodsist su segundo álbum como White Fence, la faceta mediante la cual explora el lado más sixtie de la vida.
Con cierta sensación de nostalgia e inspiración retro, las dieciséis canciones de “…Is Growing Faith” dibujan con trazo firme un sonido que navega entre referencias atemporales más que evidentes (The Velvet Underground, la primera etapa de Bob Dylan, algo de The Fall e incluso una pincelada de The Beatles) sin caer en la burda imitación. Mediante White Fence, Presley reafirma y evoca un sonido garage sesentero marcadamente underground, de voluntad transgresora y espíritu pop. Por supuesto, la producción del disco es claramente lo-fi y potencia mucho la sensación de estar escuchando un viejo vinilo. Efectismo que dota de mayor personalidad a un sonido ya de por si orgánico y enérgico, definido por las guitarras afiladas, los secos golpes rítmicos de la batería, teclados de sonoridad vintage y la voz cavernosa de Presley. Una esencia sonora que bien podríamos asimilar en según qué momentos del disco con los Beat Happening de Calvin Johnson. De canción a canción, las melodías van alternandose de forma honesta con el pop, el surf, el indiepop, el tweepop, el garage... dotando de un alma ya reconocida a este estupendo álbum. _Publicado por Alfonso.